No hay nada mas peligroso que los recuerdos. Esos que se escriben y siempre regresan para acosarnos, como los duendes bajo la cama. Regresan aunque no hayan sucedido en esta vida, sino en miles de vidas pasadas y futuras. Me mueven el piso y me hacen caer. Recuerdos que crei enterrados y superado el luto. Son como animas en pena, que vagan por mis entranas y me encierran en el abismal miedo de ser feliz.
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